Visitada
por millones de turistas en la última década, objeto de promoción por parte de
funcionarios Nacionales, Provinciales y Municipales de toda índole, objeto de
deseo de inversores de todo tipo, destino de emprendimientos de variada escala
y envergadura; Puerto Iguazú, La Ciudad de las Cataratas, vive una compleja
transformación.
Por un
lado, en una porción de la Ciudad, se logra la transformación del espacio
urbano (con diversas incongruencias, negociados y segregación a los
pueblos originarios) surgidos por iniciativa pública; donde se priorizan los
servicios y las infraestructuras, para un segmento de empresas, inversores y
usuarios; donde se percibe que el paraíso, es para unos pocos, las 600 has.
Por otro
lado, se deja librada a la voluntad de sus habitantes, a la mayoritaria porción
de suelo que conforma la otra parte de la Ciudad, no se crea un marco jurídico
que pueda encauzar un Plan de Ordenamiento Territorial, a su vez Programas y
Proyectos, no se priorizan los servicios y las infraestructuras (donde viven
los trabajadores que brindan un servicio PREMIUM en muchos casos, en sus
trabajos) no se debate un modelo de Ciudad, no se crean instrumentos de
participación y no se vislumbra una solución al mayor problema actual del
Municipio, la integración de las 2000 has.
Si nos tomáramos
el tiempo de razonar la Ciudad, veríamos que aproximadamente el 85% de la población,
vive en el 60% del suelo urbano, el otro 15% vive en el 40% del suelo restante,
lo que plantea la inequidad en el acceso a la tierra, sin pasar por alto que
ese 40% de suelo, no posee los servicios ni la infraestructura mínima, para
satisfacer las necesidades básicas del 15%.
La
realidad de la Ciudad, es contundente, el crecimiento poblacional va en aumento
año a año, el ritmo de las construcciones edilicias (por inversores privados)
es mayor al de cualquier punto de la Provincia, los servicios van en aumento,
la demanda de tierra también.
¿Cuánto más,
tardaran los funcionarios Municipales, en discutir el Plan de Ordenamiento
Territorial?
¿Cuánto más
tardaremos en discutir Ideas, Políticas y Proyectos que transformen nuestra
realidad y nos agrupen en vez de seguir separándonos?
¿Nos
importa una Ciudad mejor?
Arq. Walter Alejandro VERON.
Estimado Alejandro
ResponderEliminarCreo que en este momento la Ciudad es un escenario donde se actualizan relaciones sociales y económicas propias de un capitalismo de enclave, en este caso turístico, con la complicación de una aplicación "suave" de la ley o la norma, es decir, una autoridad relativizada por determinadas prácticas de frontera y procesos históricos específicos. En este contexto me imagino que una alternativa es la participación ciudadana, un "petitorio" en nuevos términos, pensado para esta realidad, situado y respaldado con una organización vecinal y una serie de acciones, utilizando las herramientas comunicativas y generadoras de espacios de discusión que visibilicen la demanda ciudadana. ¿Es posible? Por lo menos sin apelar a los difusos representantes del interés del electorado/empresariado, sino interpelando y forzando discusiones?
Estimado Jorge: Sin la participación Ciudadana, es imposible que un Plan de Ordenamiento Territorial tenga éxito, sobrados casos de Planes que se han proyectado para Iguazu por parte de los sectores privados, potenciando el negocio por sobre los intereses comunes, un ejemplo de eso es el Plan del Licenciado Jordi Busquets Director de JJB & Associates, Tourism & Hospitality (no lo veo mal, pero acá se hace hincapié en el rol del Municipio como generador del Plan de Re-ordenamiento Territorial. Lamento la ausencia del Colegio de Arquitectos como disparador de Ideas para un esquema de Plan, y creo (nose si coincidís conmigo) el problema no es la aplicación suave de la ley, el problema es la total ausencia del Estado.
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