Arturo Jaureche enseñaba:
“Unificaron todo el
periodismo, la radiofonía y la televisión. Volcaron sobre papel y sobre los
oídos toneladas – ¿cómo se mide esto?- de injuria y difamación. Convirtieron en
traidores a la patria a los que la habían redimido de las viejas coyunturas a
que ellos sirven; presentaron como tiranos a los libertadores, y no hubo basura
del rincón o de retrete que no se arrojaran sobre los hombres, sobre las ideas
y sobre la fe de pueblo argentino. Llamaron patriotismo, esquizofrenia; demagogia,
al amor al pueblo; paralelo 42, a la organización sistemática del contrabando;
libre empresa, a la destrucción del capital argentino para subordinarlo al
extranjero; y la libertad de trabajo y de asociación, a la destrucción de los
organismos sindicales y patronales de defensa de los intereses nacionales.
Llamaron jueces a los sicarios; policías, a los matones; virtud, al
entreguismo; desfiguraron todo, anatematizaron lo argentino, exaltaron lo
extranjero, llamaron valentía al asesinato impune, y cobardía a la resistencia
popular. Volvieron a desfigurar la historia, exaltando al cipayo y al
vendepatria y denostando al patriota de verdad. Y eso lo dieron por el
periódico, por la radio, por el libro, por la universidad, por la escuela. Y lo
dieron en dosis masivas, en dosis para adultos, se dormían oyendo la palabra
mentirosa del locutor y despertaron oyendo la palabra mentirosa del locutor”.
Arturo Jauretche (1958 –b) “La mentira de la prensa libre”, Revista Qué, N 173.
Extraído de Arturo Jauretche (2007) Forjando una nación, Scalabrini Ortiz y
Jauretche en la revista Qué sucedió en siete días, EDUNLA, Buenos Aires. P 192
No hay comentarios:
Publicar un comentario