Esto lo escribi alla lejos, por el 2007...
En estos días donde se pone en cuestión y discusión los proyectos para la Zona de la Lengua, yo me tomo unos minutos para reflexionar sobre otro proyecto que quizás no generó la discusión que merecía (los resultados se verán cuando este inaugurado), El Anfiteatro. Cuando me enteré de la construcción de un Anfiteatro en Puerto Iguazú, la primer pregunta que se me vino a la mente fue ¿Dónde?, al rato se me vino una catarata ¿Cómo accedemos al lugar?, ¿El estacionamiento será cubierto o al aire libre?, ¿Vendrán obras de reacondicionamiento de veredas para acceder al lugar?, ¿Estarán techadas las graderías y el escenario (pensando en los meses de junio-julio donde se registran las mayjavascript:void(0)ores precipitaciones en la provincia)?, ¿El acceso será distinto para espectadores y actores o músicos?; después de indagar sobre el proyecto, la única pregunta que tuvo respuesta fue, DONDE, entonces pensé que los cráneos de la Muni se harían las mismas preguntas que yo, evidentemente y con el avance de la obra me di cuenta que NO. Sorpresa y asombro me causan que cuestiones tan básicas, como el acceso y el estacionamiento a un lugar de esta magnitud no sean ni siquiera tenidos en cuenta, ¿no hay antecedentes acaso? ¿Ningún Político va a la costanera cuando se hace algún evento?, ¿O por lo menos cuando se subían los vehículos de la gente que iba a los boliches de la zona en fines de semana?, ¿Nadie pudo pensar en que sin un estacionamiento definido solo se congestiona mas el sistema circulatorio? Y seguro que no, y todavía no hice mención a la gente que se traslada a pie desde el centro, ¿o todos llegamos en auto? ¿Y el colectivo urbano?, parecería que no estoy de acuerdo con el anfiteatro, nada mas distante, bienvenido sea, no podemos cortar la Av. Tres Fronteras cada vez que haya algún evento (¿donde se ha visto que se corta una Av. Principal agregando mas congestión al transito que normalmente se ve congestionado?), dejar a la gente parada, sin acceso a baños públicos y recién retirar todo de la calle, en el mejor de los casos al otro día.
Parece mucho pedir, que antes de tomar alguna decisión importante se piense por lo menos un poco, quienes nos tendrían que brindar soluciones paradójicamente, solo nos plantean problemas!!!.
No dejo de imaginarme un evento donde se junten todas las preguntas que me realicé anteriormente, gente caminando por las calles, autos subidos a las pocas veredas o puestos sobre espacios con otros usos, el colectivo dejando a la gente como a 4 cuadras del lugar porque no puede acceder al mismo, espectadores y actores o músicos accediendo todos por el mismo lugar, trato de no pensar si para ese día esta pronosticado lluvia!!!, en fin, tantos problemas para una obra que todavía no esta inaugurada, lo irónico es que a mi me tomo solo unos minutos reflexionar, me pregunto, ¿tanto costaba?, seguro que no.
Me parece vital que estas cuestiones como tantas otras sean evaluadas y tenidas en cuenta para otro proyecto tan importante como el Anfiteatro (lo cómico es ¿cómo el municipio va a exigirle a los privados sin sentar un ejemplo o precedente?), con el cuento que vienen inversores no se debe darle vía libre a todo (¿no es suficiente el ejemplo de los colonizadores y los espejitos de colores?).
Reflexionemos, nosotros como pueblo y la clase dirigente que toma las decisiones.
Que sirva para algo.
lunes, 24 de mayo de 2010
lunes, 10 de mayo de 2010
INVASION EXTRATERRESTRE
Era un día como los demás en la Capital del Turismo, un día normal diría un taxista amigo, pero se sabe que todos los días pasan cosas, esas cosas que a uno le llaman la atención, entonces ESA COSA, me llamo poderosamente la atención, después supe que eran muchos, nos invadían.
Me percate de su aparición, cuando ya era tarde (como siempre), cuando ya nos habían dominado, cuando su llegada estaba a la vista de todos, como si no tuviesen miedo, como si nos estuvieran invadiendo; todo esto es lógico, de lo contrario no seria una invasión; pero me pregunte: ¿de donde venían?, ¿por qué lo hacían?, ¿cuál era su macabro propósito (acaso)?; la valentía no es mi fuerte (lo confieso), pero la curiosidad siempre me puede mas, entonces me acerque; su presencia me impacto, de lejos no parecía tan temible, pero de cerca era abominable, su cabeza era de plástico, policarbonato quizás, su cuerpo alto y delgado era de caños negros (comprendían que nuestra ciudad era victima de fuertes inundaciones, quizás ese era el motivo de su prominente altura), su esqueleto era de madera y venia acompañado de dos elementos que no abundan en la Capital del Turismo (cestos de basura), intimidante y silencioso ahí estaba, la gente parecía indiferente con el, entonces rompí el hielo: ¿Qué haces chamigo?, le dije, inmutable él, jamás me respondió, un poco intimidado insistí, ¿no tenes frío así?, en vano esperaba una respuesta, supuse que no entendía el idioma, entonces decidí marcharme, cuando di dos pasos me dijo: ¿vo´ so´ de acá?, comprendí que era de el alto Paraná (como yo), si, le dije; bueno, entonce´ no joda´ con nosotro´; nosotro´ vinimo´ y no´ vamo´ a queda´; impactantes palabras de un ser que con insistencia se devoraba las S; ¿quién los trajo?, le dije a los gritos; somo´ amigo´ del gordo, me dijo; entonces comprendí que alguien había decidido su llegada, alguien macabro, quizás mucho mas dañino que ellos, alguien que jamás pregunta, alguien que solo dicta ordenes para que los esclavos la cumplan, y ellos como buenos esclavos, cumplen con su tarea, asustarnos e indignarnos, ese alguien macabro se esconde atrás de un escalofriante nombre, Dirección Provincial de Arquitectura, padre de los extraños seres que vinieron a dominarnos.
Alejandro VERON
Me percate de su aparición, cuando ya era tarde (como siempre), cuando ya nos habían dominado, cuando su llegada estaba a la vista de todos, como si no tuviesen miedo, como si nos estuvieran invadiendo; todo esto es lógico, de lo contrario no seria una invasión; pero me pregunte: ¿de donde venían?, ¿por qué lo hacían?, ¿cuál era su macabro propósito (acaso)?; la valentía no es mi fuerte (lo confieso), pero la curiosidad siempre me puede mas, entonces me acerque; su presencia me impacto, de lejos no parecía tan temible, pero de cerca era abominable, su cabeza era de plástico, policarbonato quizás, su cuerpo alto y delgado era de caños negros (comprendían que nuestra ciudad era victima de fuertes inundaciones, quizás ese era el motivo de su prominente altura), su esqueleto era de madera y venia acompañado de dos elementos que no abundan en la Capital del Turismo (cestos de basura), intimidante y silencioso ahí estaba, la gente parecía indiferente con el, entonces rompí el hielo: ¿Qué haces chamigo?, le dije, inmutable él, jamás me respondió, un poco intimidado insistí, ¿no tenes frío así?, en vano esperaba una respuesta, supuse que no entendía el idioma, entonces decidí marcharme, cuando di dos pasos me dijo: ¿vo´ so´ de acá?, comprendí que era de el alto Paraná (como yo), si, le dije; bueno, entonce´ no joda´ con nosotro´; nosotro´ vinimo´ y no´ vamo´ a queda´; impactantes palabras de un ser que con insistencia se devoraba las S; ¿quién los trajo?, le dije a los gritos; somo´ amigo´ del gordo, me dijo; entonces comprendí que alguien había decidido su llegada, alguien macabro, quizás mucho mas dañino que ellos, alguien que jamás pregunta, alguien que solo dicta ordenes para que los esclavos la cumplan, y ellos como buenos esclavos, cumplen con su tarea, asustarnos e indignarnos, ese alguien macabro se esconde atrás de un escalofriante nombre, Dirección Provincial de Arquitectura, padre de los extraños seres que vinieron a dominarnos.
Alejandro VERON
martes, 4 de mayo de 2010
Triste es tu partida Duchita, pero nunca serás olvidada.
Hoy es un día triste, después de una corta vida, se fue ella, la Duchita. Nadie sabe su verdadero nombre, cultivo el anonimato, como si tuviese vergüenza de su hermosa fealdad.
Ella no se sabe por que le toco sufrir lo que sufren los mendigos, fue abandonada a su propia suerte, maltratada, resistida y despreciada, así fue su corta existencia.
Nadie sabe quien fue su padre, ya que el nunca se hizo cargo, la dejo ahí, solitaria, expuesta a los maltratos cotidianos de un pueblo que la desprecio desde su nacimiento, pero ella, como los mendigos, nunca fue la culpable de su dolorosa y triste vida. Sin embargo, a ella le toco pagar la desidia y el abandono de su anónimo padre. ¿Por qué la trajiste al mundo? ¿Con que fin? ¿Por qué tanta crueldad?
La Duchita, como alguien la bautizo, nació como el Jorobado de Notre Dame, nació fea y tuvo que pagar por ello, como si su fealdad fuese un pecado o un delito, ella sin saber nunca por que, lo pago.
A pesar de que nadie le escribió unas líneas con amor, yo quisiera rendirle un pequeño homenaje, quisiera excusarla de su maldita suerte y encontrar donde empezó el camino de su partida.
Su padre decidió que ella tendría que pararse frente a todos a cumplir no se sabe que rol, ser heroína, ser modelo, ser culpable o tan solo ser la victima, la victima de un progenitor que nunca la planifico, que solo la trajo al mundo por sentir que le hacia un favor a alguien, a nadie, y menos a ella.
¿Quién soy yo para contar su suerte?, tuve la desdicha de verla nacer, fea pero alegre de estar viva, libre y bañando a los gurises que no la discriminaban por su triste condición, hasta que alguien dijo que de allí jamás tendría que salir (con rejas le cortaron la libertad) aun así escupía (agua) al mundo diciendo que estaba viva, pero alguien, cruel como su mismo padre, la privo del agua que era su razón de vivir, despojada de todo y privada de su libertad, RESISTIO, cuidada únicamente por los murales que la protegían con silencio, sabiendo ellos quizás que sus días estaban contados; hasta que ese día llego, alguien, quizás su padre, dijo que ya no servia para nada (como si hubiera sido su culpa), y creyó que con un nuevo hijo la Duchita seria olvidada, antes de partir la Duchita siguió resistiendo, quizo estar un día mas afuera de la reja que la confino al olvido, quizo demostrarle a los murales que ella resistió, y se lo demostró a todos.
Duchita, maldigo a tus progenitores que quizás, de la misma forma traen a otro hermano al mundo, creyendo que las cosas se hacen rápido y sin planificar, solo por decir que con algo hay que celebrar, yo no te olvido Duchita, desde aquí van estas líneas para que tu paso, nos sirva de algo.
Ella no se sabe por que le toco sufrir lo que sufren los mendigos, fue abandonada a su propia suerte, maltratada, resistida y despreciada, así fue su corta existencia.
Nadie sabe quien fue su padre, ya que el nunca se hizo cargo, la dejo ahí, solitaria, expuesta a los maltratos cotidianos de un pueblo que la desprecio desde su nacimiento, pero ella, como los mendigos, nunca fue la culpable de su dolorosa y triste vida. Sin embargo, a ella le toco pagar la desidia y el abandono de su anónimo padre. ¿Por qué la trajiste al mundo? ¿Con que fin? ¿Por qué tanta crueldad?
La Duchita, como alguien la bautizo, nació como el Jorobado de Notre Dame, nació fea y tuvo que pagar por ello, como si su fealdad fuese un pecado o un delito, ella sin saber nunca por que, lo pago.
A pesar de que nadie le escribió unas líneas con amor, yo quisiera rendirle un pequeño homenaje, quisiera excusarla de su maldita suerte y encontrar donde empezó el camino de su partida.
Su padre decidió que ella tendría que pararse frente a todos a cumplir no se sabe que rol, ser heroína, ser modelo, ser culpable o tan solo ser la victima, la victima de un progenitor que nunca la planifico, que solo la trajo al mundo por sentir que le hacia un favor a alguien, a nadie, y menos a ella.
¿Quién soy yo para contar su suerte?, tuve la desdicha de verla nacer, fea pero alegre de estar viva, libre y bañando a los gurises que no la discriminaban por su triste condición, hasta que alguien dijo que de allí jamás tendría que salir (con rejas le cortaron la libertad) aun así escupía (agua) al mundo diciendo que estaba viva, pero alguien, cruel como su mismo padre, la privo del agua que era su razón de vivir, despojada de todo y privada de su libertad, RESISTIO, cuidada únicamente por los murales que la protegían con silencio, sabiendo ellos quizás que sus días estaban contados; hasta que ese día llego, alguien, quizás su padre, dijo que ya no servia para nada (como si hubiera sido su culpa), y creyó que con un nuevo hijo la Duchita seria olvidada, antes de partir la Duchita siguió resistiendo, quizo estar un día mas afuera de la reja que la confino al olvido, quizo demostrarle a los murales que ella resistió, y se lo demostró a todos.
Duchita, maldigo a tus progenitores que quizás, de la misma forma traen a otro hermano al mundo, creyendo que las cosas se hacen rápido y sin planificar, solo por decir que con algo hay que celebrar, yo no te olvido Duchita, desde aquí van estas líneas para que tu paso, nos sirva de algo.
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