“a gente tem que sonhar, senão as coisas não acontecem”
Oscar Niemeyer.
Puerto Iguazú, mantiene una vasta porción de su territorio, con
diversas y variadas problemáticas.
Carece de una estructura circulatoria vial que organice los
movimientos internos (en temporada alta, suele colapsar).
Está lejos de ser una ciudad accesible para las personas con
dificultades motrices, de visión reducida
o una mama con un changuito de bebe; inclusive, está lejos de ser accesible
para las personas sin ninguna dificultad (pocas veredas, y en pésimo estado en
su gran mayoría)
Tiene serias deficiencias en cuanto a infraestructura se refiere; un pésimo
alumbrado público, pocas áreas con servicio de agua corriente y muchísimas menos,
con cloacas; en algunos barrios es imposible soñar con una línea de teléfono e
internet.
El transporte público es deficiente en el cumplimiento de horarios y
recorridos (muchos aducen que con el estado de las calles los colectivos no
pueden cumplir horarios)
Se ofrece como destino verde, pero en los espacios públicos; veredas,
plazas y parques, son muy pocos los arboles existentes.
Exceptuando a la costanera y a la plaza San Martín, los espacios públicos
situados en los barrios, carecen de infraestructura, mobiliario y arbolado
urbano; son, solo porciones de tierra.
La gran mayoría del suelo urbano, fue ocupado irregularmente; esto, no
solo generó un crecimiento desordenado; tampoco le garantiza seguridad alguna al
ocupante del mismo, ni a sus familiares o descendientes.
A esta problemática de grandes áreas de suelo ocupado irregularmente,
hay que agregarle los pocos contribuyentes en relación a la cantidad de
habitantes. Pocos contribuyentes, que se ven afectados, cada vez que hay una
suba de las tasas municipales.
Es común que, un trabajador, que presta un servicio de cinco estrellas
en un establecimiento hotelero o gastronómico, sufra alguna (o quizás todas) de
las problemáticas enunciadas.
Esta enumeración de situaciones de padecimiento del vecino de Puerto Iguazú;
asumiendo el riesgo de relato pesimista;
tiene solución.
Como medida estratégica, el municipio, debería aumentar su nómina de
contribuyentes y no sus tasas. Para aumentar sus contribuyentes, debería vender,
licitar o subastar, los títulos de propiedad a los habitantes que posean lotes
como vivienda única o vivienda con local comercial (sustento laboral del grupo
familiar) y que no presentan problemáticas como localizarse en un área verde,
inundable, calle, etc. Estos ingresos, originados por la venta, licitación o
subasta de los terrenos fiscales; debería ser utilizada para financiar la ejecución
de obras que mejoren la calidad de vida de los vecinos del barrio de los lotes
en cuestión (calles, veredas, alumbrado público, etc.). Esto se complementaria, implementando el presupuesto participativo, iniciativa que de prosperar; permitiría que los vecinos puedan proponer, debatir, consensuar y elegir, cuales son las obras prioritarias en sus barrios y generar a su vez, una apropiación con la misma.
El proceso de regularizar la situación dominial de los lotes fiscales,
redundaría en los beneficios anteriormente mencionados, y permitiría a las
familias beneficiarias, poder acceder a préstamos, hipotecas, y el derecho a la
propiedad del/los herederos y/o sucesores, del o los titulares.
La deuda histórica puede ser saldada, ¿que estamos esperando?